¿Sirven las cámaras hiperbáricas para el control del dolor crónico?
El tratamiento con cámara hiperbárica es mayoritariamente conocido por salvar la vida de los buceadores en caso de descompresión.
La cámara hiperbárica es actualmente utilizada para el tratamiento de la anemia, abscesos cerebrales, intoxicaciones por monóxido de carbono, lesiones traumáticas, gangrena, sordera repentina, úlceras causadas por la diabetes, daños por radiación, injertos de piel, pérdida repentina de visión y daños en la vejiga causados por la radiación en tratamientos oncológicos.
En los últimos años se han venido realizando distintos estudios acerca de la eficacia de las cámaras hiperbáricas en el control de la fibromialgia, las migrañas y otras enfermedades que cursan con dolor crónico.
Investigadores alemanes fueron los primeros en probar el tratamiento de cámara hiperbárica como posible tratamiento para la CI.
Su estudio de 2004 mostró que un incremento en los niveles de oxígeno podría ayudar a sanar la vejiga y mejorar síntomas de la CI como la frecuencia, urgencia, dolor, y lo más significativo, un incremento notable de la capacidad de la vejiga.
Este mismo equipo realizó en 2007 otro estudio en el que también mostró un descenso del dolor y la urgencia y concluyeron que 30 sesiones de cámara hiperbárica era un tratamiento “seguro, efectivo y una aproximación terapéutica viable” para la CI, con resultados prolongados en el tiempo.
Investigadores japoneses compartieron su experiencia con un caso de 2 pacientes que recibieron 20 sesiones de tratamiento con cámara hiperbárica. Relataron que las lesiones causadas por las úlceras de Hunner desaparecieron y se consiguió mejoría en el dolor y la frecuencia.
El mismo equipo japonés realizó un seguimiento de 11 pacientes con CI (8 con úlceras de Hunner y 3 sin ellas) los cuales no habían respondido a las terapias previas. Tras 10 sesiones, 7 pacientes mostraron una mejoría sustancial en sus síntomas pélvicos y urinarios. Un año después del tratamiento, la mejoría en el dolor pélvico, la frecuencia urinaria y la capacidad de la vejiga continuaban. Dos de los pacientes recibieron una segunda ronda de tratamiento y continuaron estables por más de 2 años.
En 2010, una investigación en Italia concluyó que la hiperoxigenación de los tejidos tenía efectos antiinflamatorios y analgésicos.
En 2013, investigadores en España compartieron un inusual tratamiento de cámara hiperbárica con el tratamiento de DMSO. Los resultados mostraban que los pacientes que habían recibido tratamiento de cámara hiperbárica después del tratamiento con DMSO tenían “una prolongación más sustantiva y prolongada de los efectos de DMSO”.
En 2015 Pain Practice (conocida revista científica especializada en el tratamiento del dolor) dio a conocer una revisión sistemática de lo publicado hasta el momento sobre la oxigenoterapia hiperbárica. En esta revisión se discute el conocimiento actual de la fisiopatología del dolor nociceptivo, inflamatorio y neuropático además del grueso de estudios realizados sobre animales que establecen el mecanismo causal por el que la oxigenoterapia hiperbárica podría ser útil en el tratamiento de síndromes de dolor crónico: cefalea crónica, fibromialgia, CPRS (Síndrome de Dolor Regional Complejo) y neuralgia del trigémino.
La oxigenoterapia hiperbárica ha demostrado reducir el dolor en modelos animales y en los primeros ensayos clínicos parece que podría ser igualmente útil en modular el dolor en humanos. Sin embargo, son necesarios más estudios para determinar su efectividad y tratar las distintas enfermedades que cursan con dolor crónico.
También en 2015 se publicaron los resultados de un ensayo clínico en pacientes con fibromialgia que parece haber obtenido resultados alentadores en cuanto a la mejoría en los síntomas y la calidad de vida mostrando cambios en la actividad cerebral anormal de las áreas relacionadas con el dolor.
Las limitaciones del estudio nos hacen interpretar sus resultados con precaución tanto por las limitaciones en los criterios diagnósticos de fibromialgia como por el limitado número de pacientes que participaron. Tampoco se establecieron ni grupo de control ni doble ciego por lo que en sus resultados no se puede determinar el peso del “efecto placebo”, tal y como mencionan en sus conclusiones, faltan más estudios.
Un equipo investigador de Beaumont Health realizó el primer estudio formal en USA. Basándose en estudios previos, buscaban determinar si el tratamiento de cámara hiperbárica era más exitoso en pacientes con úlceras de Hunner o en pacientes sin ellas. Ocho pacientes completaron el estudio, 6 con úlceras y 2 sin ellas. El 83% de los pacientes con úlceras mejoraron y el 66% mantuvieron esa mejoría tras 6 meses. Dos pacientes curaron sus úlceras de Hunner a los seis meses. Solo uno de los pacientes sin úlceras mejoró.
En otro estudio más reciente, de abril de 2021 sobre la terapia con oxígeno hiperbárico en el dolor neuropático crónico, se apoyó el uso de este tratamiento para el dolor vesical, neuropatías inducidas por radiación, neuralgia postherpética y neuralgia del trigémino.
Este estudio concluye que el tratamiento con oxígeno hiperbárico ha demostrado efectos beneficiosos en la mejora en los síntomas relacionados con el dolor y la calidad de vida.
¿Cómo se realiza?El tratamiento de cámara hiperbárica es generalmente llevado a cabo de manera ambulatoria. Hay dos tipos de unidades donde puede realizarse.
Una es una pequeña estructura en forma de tubo que aloja a una persona. Le pedirán que se tumbe en una mesa y luego será deslizado dentro del tubo, por lo que puede ser especialmente complicado para las personas claustrofóbicas.
Los centros más grandes suelen tener una gran habitación designada a acomodar a bastantes personas y donde se pueden tumbar o sentar. El paciente recibe oxígeno a través de una máscara sobre su cara o una ligera campana colocada sobre la cabeza.
Durante el tratamiento, la presión del aire en la habitación es 2 o 3 veces la presión normal. El aumento de presión creará una sensación temporal de llenado en los oídos, similar a la que sentimos en un avión o a gran altura, la cual se puede aliviar bostezando o tragando.
Conclusión
Las investigaciones y estudios anteriormente citados hacen tener en consideración el tratamiento de cámara hiperbárica para el tratamiento de la CI, especialmente en pacientes con úlceras de Hunner que no han respondido a tratamientos previos.
En este momento hay más de 192 estudios clínicos en todo el mundo con cámara hiperbárica para el tratamiento de una gran variedad de enfermedades. 37 estudios están actualmente reuniendo pacientes que sufren daños causados por la radiación, inflamación de intestinos en niños, colitis ulcerosa, síndrome postraumático cerebral, apoplejía, demencia, amputación, CI y otras.
Bibliografía:
Sutherland, A. M., Clarke, H. A., Katz, J. and Katznelson, R. (2015), Hyperbaric Oxygen Therapy: A New Treatment for Chronic Pain. Pain Practice. doi: 10.1111/papr.123
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ACACI · Asociación Ciudadana de Afectados de Cistitis Intersticial – Síndrome de Vejiga Dolorosa
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